Diagnóstico del edificio
Dentro de las inspecciones posibles, a la hora de realizar un
correcto diagnóstico, mediante la utilización de termografía podemos
obtener un buen resultado en las siguientes áreas e instalaciones del
edificio.
Detección e identificación de instalaciones
El contraste de temperatura entre las zonas por donde discurren las
instalaciones, empotradas en los paramentos, de calefacción, agua
caliente sanitaria, agua fría y desagües, y el resto de las paredes permite identificar, ubicar y acotar las conducciones y sus posibles fugas,
lo que redunda en una disminución de los costes directos de reparación,
las molestias a los usuarios y los costes derivados de las
paralizaciones de los negocios causadas por las reparaciones.
Defectos de impermeabilización
Es posible detectar y constatar defectos en impermeabilizaciones de cubiertas, terrazas, fachadas, etc...,
teniendo en cuenta las variaciones de temperatura y emisividad de las
superficies implicadas, cuando se ven afectadas por la humedad.
Defectos de aislamiento térmico
Identificación de los distintos problemas generados por los
defectos de aislamiento como los puentes térmicos que provocan
condensaciones y pérdidas energéticas en los edificios.
Diferenciamos entre problemas causados por la condensación y los
debidos a filtraciones de agua desde el exterior, lo que es de gran
utilidad a la hora de aclarar la causa origen de los problemas y las
distintas responsabilidades.
Alcance y delimitacion de los daños
Detección de zonas afectadas por humedades no perceptibles a simple vista y
que pueden aparecer semanas o meses después de las averías o escapes ya
reparados (insonorización sobre techos falsos de locales, paramentos,
materiales de decoración), lo que sirve para delimitar y acotar los
daños reales, dando certidumbre sobre el alcance de la fuga en las
insonorizaciones y alertar de daños no percibidos en el momento de
determinar el alcance final de los mismos al objeto de reparar o
indemnizar por parte de terceros responsables.